martes, 26 de octubre de 2010

2. Alcanzando las promesas

Por el Pastor Pedro Carrillo E.

Texto para hoy.

"Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba". Hebreos 11:8

Dios le dio una promesa a Abraham de darle una tierra que fluye leche y miel, promesa que fue reiterada a Isaac y luego a Jacob. La tierra que Dios juró que le daría fue la tierra de Canaán.

      Cuando llegó el tiempo del cumplimiento de la promesa, Dios levantó a Josué, un guerrero por excelencia, el cual llevó al pueblo a las puertas de esa tierra prometida. Pero hay algo inexplicable, esa tierra que supuestamente Dios la había entregado al pueblo de Israel, estaba habitada por gigantes. ¿Por qué había gente en ese lugar? ¿No se supone que esa tierra debería estar lista para vivir en ella?

      A los israelitas les tocó guerrear por muchos años contra los cananeos para sacarlos de ese lugar, eso fue lo que no entendieron los diez que fueron con Josué y Caleb a reconocer la tierra, ellos pensaron que las promesas de Dios eran regalos que llegaban a sus manos sin oposición alguna, pero en realidad, las promesas de Dios son un adelanto en el futuro, al Él decirlo, se crea en el futuro una nueva realidad, la cual a su tiempo se verá, si lo creemos y actuamos en pro de eso.

      Te ha prometido Dios algo, te han profetizado una bendición, haz vista en la Palabra una promesa dada por Dios. Pues eso no vendrá por el simple hecho de habértelo profetizado, eso se hará realidad si lo creemos y trabajamos duro por alcanzar aquello.

viernes, 8 de octubre de 2010

1. "Déjate moldear del Señor"

Por el Pastor Pedro Carrillo E.

Mateo. 11: 28-30

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

Cuando somos llamados por el Señor, él nos invita a que caminemos con él. Así como el buey nuevo es enlazado por medio de un yugo con el buey veterano para que aprenda las labores de la agricultura, de la misma manera el Señor quiere enlazarnos juntamente con él, para que aprendamos a crecer espiritualmente al nivel que el tiene.

Cuando llegamos al Señor, tenemos nuestros propios proyectos, nuestras propias metas. Pero Cristo tiene un propósito con nosotros que necesitamos conocer, y no solamente conocer, sino realizarlo en nosotros. Llegamos a la iglesia y queremos que el Pastor y los líderes se amolden a lo que pensamos y queremos, queremos que se realice la visión nuestra y no la de la iglesia. Esto no es humildad, esto no es llegar a los pies de Cristo con un corazón dispuesto a ser cambiado, sino a que las demàs personas sean transformada conforme a nuestra visión. 

¿Te haz preguntado por qué haz cambiado de iglesia muchas veces? ¿Te haz pregubntado por qué te han sacado del liderazgo? Porque no haz llegado a la iglesia con un corazón humilde, sino con un corazón engrosado, lleno de altivez y prepotencia. A la iglesia venimos para ser moldeado, no para que los demás hagan lo que queremos, entreguemos nuestras metas en manos del Señor, dejémos que él nos moldee a su manera, tomémos el yugo con humildad y sencilléz de corazón.

¿Sabes por qué no tienes estabilidad espiritual? Porque así como un niño se tira al suelo y hace pataletas si no le dan lo que quiere, así nosotros nos salimos de las iglesias sino hacen lo que decimos o pensamos. Viéndolo bien, somos unos niños inmaduros, nos falta maduréz.